martes, 6 de mayo de 2014

LAS CONSECUENCIAS DE LA PROFESIONALIZACIÓN DE LA POLÍTICA.

A punto de comenzar la campaña electoral al parlamento europeo y tras las primeras reacciones de los partidos políticos, me confirmó una vez más, en mis ideas.

La primera es indiscutiblemente la profesionalidad de la política. Digo esto, porque, cuando la política se convierte en una profesión para ciertas personas, se corre el peligro, como está ocurriendo, de que el político, pierde el norte del bien de la política como el servicio que debe de prestar a la comunidad. Lógicamente como consecuencia, se convierte la política, en su forma de vivir. No solamente del político de turno, sino de todos sus allegados, convirtiéndose la cuestión, en un clan cerrado y controlado, de manera que nadie altere el orden establecido. Como mucho, quede todo en pequeñas discusiones familiares. Y digo todo esto, porque yo creo que ciertos políticos después de estas elecciones, deberían plantarse su lugar en la política; pero claro dónde va el buen señor, posiblemente sin oficio y solamente el beneficio de la política.

La consecuencia de todo esto, es la segunda conclusión que yo tengo. Y es que, al poder económico le interesa, que exista la profesionalización de la política; pues es la única manera de ellos poder garantizarse sus políticas económicas y sus grandes beneficios. Ya que, al tener siempre los mismos políticos, estos pueden ser así tentados a la corrupción y a la comprar de sus intereses. Esto, lógicamente no ocurriría, si hubiera una alternancia y rotación de los políticos cada ocho años, dentro de la estructura de su partido político, como a nivel de las instituciones gubernamentales. Desde esta perspectiva, el tema de la corrupción sería muy difícil de sembrar en el tiempo dentro de una idea política.

Posiblemente, tengamos que realizar un esfuerzo para profundizar en el concepto de la democracia. La democracia es el mejor camino para superar los problemas humanos y sociales por la vía del diálogo y de la participación de los ciudadanos en la gestión de la sociedad. Sin embargo, la democracia no ha de ser solamente un concepto formal; sino que tiene que ser un planteamiento real.

Un planteamiento que debe partir desde un compromiso social del político con su país, comunidad o ciudad; pero especialmente, un verdadero compromiso por las personas.


¿Cuándo se van a enterar de que lo importante son las personas?

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