sábado, 12 de octubre de 2013

LA EDUCACIÓN EN ESPAÑA ¿QUÉ CAMINO A SEGUIR?

El Gato de Cheshire es un personaje ficticio creado por Lewis Carroll en su conocida obra Alicia en el país de las maravillas. Tiene la capacidad de aparecer y desaparecer a voluntad, entreteniendo a Alicia mediante conversaciones paradójicas de tintes filosóficos. En uno de esos encuentros, Alicia le  pregunta, ¿qué camino debo seguir?. El gato le contesta “eso depende del sitio a donde quieras ir”. Alicia contesta “No me importa mucho donde sea”. El gato le responde “Entonces no tiene importancia el camino que sigas”.

Pues bien, eso mismo es lo que está ocurriendo con el sistema educativo español en estos últimos treinta años, donde cada gobierno que llega al poder intentar imponer su ley educativa.

La reforma educativa que impulsa el ministro José Ignacio Wert nace sin apoyos parlamentarios fuera del PP. Reforma que será derogada si el PSOE llega a gobernar en las próximas elecciones, según han manifestado los representantes de dicho partido. Por lo cual, se repetiría así la historia de la anterior ley educativa que se aprobó con un Gobierno del PP, la LOCE (2002), que contó solo con el apoyo de Coalición Canaria en el Congreso y fue anulada, sin haber entrado prácticamente en vigor, cuando el PSOE volvió al Gobierno en 2004.

¿Cómo se ha llegado hasta aquí? Primero, porque la educación en España ha estado en el último siglo en el centro de una batalla política no resuelta —enseñanza pública frente a concertada; laica frente a religiosa— que ha impedido el pacto, aunque en la anterior legislatura se estuvo muy cerca con el intento del ministro Ángel Gabilondo.

En estos momentos, además, influye un contexto de recortes presupuestarios en las escuelas y universidades de más de 6.400 millones de euros desde 2010, con becas más difíciles de conseguir por el endurecimiento de los requisitos académicos, matrículas universitarias mucho más caras en buena parte de España o eliminación de programas de apoyo a los alumnos con dificultades fruto de la disminución de profesores. La Plataforma en Defensa de la Escuela Pública —en plena movilización— ve la norma como la otra cara de la misma moneda, es decir, un cambio que institucionaliza una especie de escuela low cost.

Alicia le  pregunta, ¿qué camino debo seguir?. El gato le contesta “eso depende del sitio a donde quieras ir”. Alicia contesta “No me importa mucho donde sea”. El gato le responde “Entonces no tiene importancia el camino que sigas”.

Esto es lo que pasa con el sistema educativo, no se sabe que camino a seguir, pues no existe conciencia en nuestros políticos de la importancia de la educación para el desarrollo de un país. Entonces no importa mucho donde se vaya; lógicamente entonces no importa el camino que se siga.


Esto es lógicamente el resultado de los análisis PISA en la educación obligatoria y de adulto que deja a España a la cola de la OCDE.

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