En los estados miembros de
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con datos
comparables, la media de alumnos por clase en la educación primaria es de 23,
pero hay diferencias considerables entre países, que van de 32 en Japón y
Corea, a 19 o menos en Estonia, Islandia, Luxemburgo, Eslovenia y el Reino
Unido, afirma la OCDE en Education Indicators in Focus, su último repaso a los
indicadores educativos, sobre las variaciones del número de alumnos por aula en
el mundo. España está en 21 alumnos por clase en primaria y en 24 en la ESO.
La relación de alumnos por
clase, las horas de docencia de los profesores y su retribución son tres
indicadores importantes para controlar los gastos en educación. Los padres y
los profesores suelen preferir clases pequeñas. Pero los países que invierten
en clases más pequeñas no pueden mejorar el salario de los profesores, ni los
alumnos disponen de más tiempo de instrucción, ni se ofrece mejor desarrollo
profesional a los docentes.
El asunto no es fácil. Pero
hay un hecho: entre 2000 y 2009, muchos países han invertido recursos
adicionales para disminuir el tamaño de las aulas y el rendimiento académico ha
mejorado solo en unos pocos. España es uno de los casos donde ha aumentado la
inversión entre 2000 y el 2010 de forma considerable, el tamaño de las clases
ha bajado en un 27,6% en ese periodo, y sin embargo las notas de los alumnos en
PISA (2005 y 2009) han empeorado. La OCDE llega a esta conclusión: «Por sí
solo, reducir el tamaño de la clase no es suficiente para que el sistema
educativo mejore, y en cualquier caso es una medida menos eficiente que
incrementar la calidad de enseñanza de los profesores». Además, según la OCDE,
«las diferencias entre centros privados y públicos no confirman la creencia
común de que las escuelas privadas tienen clases más pequeñas. De media, en los
países de la OCDE, hay como mucho un estudiante más por clase en las
instituciones públicas que en las privadas en el nivel de la ESO».
Entre el año 2000 y el 2010,
las retribuciones de los profesores de la Enseñanza Secundaria Obligatoria se
incrementaron en un 14%, mientras que el tamaño de la clase se redujo de media
en un 7%.
«Lo prioritario, la calidad»
Según sugieren las pruebas
de PISA, «darle prioridad a la calidad de los profesores, antes que al tamaño
de la clase, es más efectivo para mejorar los resultados». Los ejemplos de
Japón y Corea son llamativos. Tienen un porcentaje considerablemente mayor de
alumnos por clase que la media de la OCDE, pero las notas que sacan sus alumnos
en PISA son de las mejores. Japón y Corea cuidan más al profesor que al tamaño
de la clase, también desde el punto de vista salarial. Finlandia tiene una
relación alumnos por profesor menor (20), pero en común con Japón y Corea que
estimula al máximo la calidad del profesorado.
OCDE.
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